Nos referimos al famoso cuadro de Velázquez. Quienes son afortunados pueden ver el original en el Museo del Prado, en Madrid. Pero usualmente nuestro primer acercamiento al cuadro es a través de una reproducción fotográfica en algún libro, generalmente sin tener ninguna referencia para hacernos una idea clara de su tamaño.

Una bonita anécdota de un estudiante de Historia del Arte de Argentina cuenta  que viajó especialmente para ver la obra y describe la emoción e impresión que sintió al descubrir el tamaño colosal del cuadro. En su imaginario este cuadro tenía medidas “estándar” y contemplarlo a su escala original le generó tal impacto  que aún hoy, varios años después, sigue relatando con asombro y pasión su experiencia.

El proceso de reconstrucción del cráneo de Turiasaurus ha sido uno de los grandes retos al que se han enfrentado los paleontólogos de la Fundación Dinópolis. El resultado de esta valiosa tarea no sólo aporta nueva información científica: si tenemos la oportunidad de visitar la sede de Dinópolis en Riodeva (Teruel), podremos también apreciar sus proporciones. Un cráneo realmente pequeño para un dinosaurio gigante.

El cráneo de Turiasaurus hizo viajar a la ciencia turolense por el mundo, al igual que los cuadros de Velázquez, ya que cuatro de cada cinco saurópodos estudiados carecen de una información detallada de los huesos de la cabeza.

Anímate a vivir la experiencia, visita Territorio Dinópolis. 

 

 

 

Música Kevin MacLeod, sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/