Sherlock Holmes utilizaba el método científico para resolver sus casos. Se basaba en la observación y generaba hipótesis que luego debía contrastar.
Nuestro trabajo como paleontólogos es similar; las huellas de dinosaurios dibujan escenas con suculenta información ¿Quién? ¿Cómo? ¿Qué hacía? ¿Estaba solo? ¿Quién pasó primero? ¿Hacia dónde se dirigían? ¿Por qué este individuo aceleró el paso? ¿Son aquéllas de una cría?
Una icnita nos aporta información morfológica (tamaño, anatomía y grupo taxonómico del dinosaurio que la produjo)
Un rastro nos aporta información referente a la locomoción (velocidad y rotación de las extremidades)
La asociación de rastros nos permite conocer el comportamiento (direcciones preferentes y comportamiento gregario)
También aportan información sobre el ambiente en el que vivían.
Hay mucho que contar sobre huellas de dinosaurios.
Imagen ©Lothar Dieterich en Pixabay
Música Kevin MacLeod, sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/)