Las icnitas de dinosaurios aportan una valiosa información que no puede deducirse ni siquiera a partir del esqueleto de dinosaurio más completo que podamos estudiar. En efecto, mientras los huesos de dinosaurios son, en sí mismos, un elemento inerte que nos sirve para conocer "quiénes fueron", las icnitas nos muestran a los dinosaurios como seres vivos y nos aportan datos acerca de "qué estaban haciendo, dónde lo estaban haciendo y cómo lo estaban haciendo".
Cuando se encuentra un yacimiento con muchas icnitas -incluyendo rastros de los pasos sucesivos de un mismo individuo- se pueden apreciar las características de su locomoción, la velocidad de su desplazamiento o aspectos de su comportamiento, tales como las direcciones preferentes de sus recorridos o la detección de actividades sociales en algunos grupos de dinosaurios.
Imágenes ©Nasa / Archivo Apolo