Montar un puzle es siempre un desafío. Requiere concentración, paciencia y perseverancia.  ¡Pero qué grata es la sensación que se obtiene cuando las piezas encajan!

No importa la edad que tengas, la emoción es la misma.  Por eso te será sencillo entender la satisfacción que sentimos cuando logramos unir los miles de restos fósiles que hallamos en la mina Santa María de Ariño.

Aprender es emocionarse y a nosotros estas cosas nos emocionan.