Los visitantes que acudan a Dinópolis a partir de este próximo fin de semana podrán contemplar los fósiles de varias crías del dinosaurio Iguanodon galvensis. Se trata de una nueva especie que ha sido dedicada a la localidad turolense de Galve por los paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en una reciente publicación en la revista científica de ámbito internacional Cretaceous Research.
Esqueleto articulado de una cría de Iguanodongalvensisy detalle de su pie derecho. Crédito: Fundación Dinópolis.
En la vitrina de novedades-Museo Aragonés de Paleontología de Dinópolis se podrán ver varias crías, parcialmente articuladas, tal y como aparecieron en el yacimiento. Los fósiles provienen de depósitos fluviales de la Formación Camarillas (Barremiense inferior, Cretácico Inferior, 127 millones de años de antigüedad). Se han hallado, por una parte, huesos de embriones y de un grupo de al menos 13 crías de unos 60 cm de longitud y, por otra parte, restos de un individuo juvenil y de un adulto que alcanzaría unos 7 metros de longitud. Estos dinosaurios vivieron en una zona encharcada que estuvo surcada por canales fluviales poco sinuosos y cubierta por una abundante vegetación. El hallazgo de embriones junto al grupo de crías sugiere que éstas se encontraban cerca de la zona de nidificación. La causa más probable para que este grupo de 13 crías permaneciese cerca de la zona de nidificación sería que se encontrasen bajo la protección de individuos adultos, en lo que sería una “guardería de dinosaurios”. Así, esta zona albergaría, probablemente, colonias de este dinosaurio, que cuidaría de sus crías como lo hacen hoy en día algunas aves (como los flamencos).
Reconstrucción de la guardería de Iguanodon galvensis. Crédito: Rafael Arrabal-FundaciónDinópolis.
Esta es la primera vez en el mundo que se pueden ver públicamente crías del género Iguanodon. Iguanodon fue el segundo de los dinosaurios descritos y es uno de los más conocidos en Europa por la gran cantidad de ejemplares completos hallados en las minas de carbón de Bernissart (Bélgica) durante el siglo XIX. 130 años después, en otra mina (en este caso de arcillas), y gracias al continuo control paleontológico de la explotación, se han hallado las primeras crías de este género. Las excavaciones continúan y están proporcionando nuevos restos, que son objeto de la Tesis doctoral que está preparando el paleontólogo de la Fundación Francisco Javier Verdú bajo la dirección de los doctores Luis Alcalá y Rafael Royo-Torres.
Excavación en la mina de Galve durante 2016. Crédito: Fundación Dinópolis.